Ubicación actual
LEER MUESTRA - DIARIO DEL ENCIERRO

Solo hay una pequeña parte del universo de la que sabrás con certeza que puede ser mejorada,
y esa parte eres tú.
Aldous Huxley
PRÓLOGO
Toda mi vida me han fascinado las palabras, desde bien pequeña las he atesorado y coleccionado como preciosas alhajas. Quizá alguno piense que exagero cuando digo que aprender a leer fue un acontecimiento en mi vida comparable al hecho del descubrimiento del fuego o el invento de la rueda en la historia, pero así fue. También os confesaré que una de mis palabras favoritas es serendipia (hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual). ¿Y por qué os cuento esto? Porque descubrir la obra de Óscar S. Vaquero fue de las mejores serendipias que me ocurrieron durante el confinamiento por la pandemia de la COVID-19. Tengo que reconocer que me enamoré sin remedio de su obra. A ti, que en este momento lees estas palabras, no necesito explicarte que, tras ser seducido por la obra de alguien, el interés del lector por conocer al autor de la creación es algo inherente e irremediable. Os diré que si caí rendida ante la belleza de su prosa, descubrir al autor no me decepcionó en absoluto. El hombre tras la pluma ha resultado ser un magnífico maestro que se dedica a ayudar a niños con dificultades del lenguaje. Un padre ejemplar, en tándem perfecto con su pareja, entusiasta de la lectura. En su tiempo libre, le apasionan entre otras cosas la cocina, ir al monte a coger setas y la fotografía, campo en el que destaca habiendo llegado a cultivar algún galardón. Su proyecto: Diario de un encierro, que ahora está en tus manos, nace de la necesidad del autor de expresar la creatividad que se
había gestado durante años, pero que hasta ese momento había permanecido oculta al público. Ante todo, quiero darte la enhorabuena por haber elegido este libro. Pronto vas a descubrir que la obra que tienes en tus manos es muy especial y no va a dejarte indiferente. Además de la delicada sensibilidad con que desarrolla sus relatos, el refinado humor con el que adereza algunos de ellos y la fuerza y esperanza que transm